Los niños con necesidades especiales suelen recibir apoyo de un equipo multidisciplinario de médicos y terapeutas. Cada vez más, muchos terapeutas ocupacionales están incorporando el yoga en sus sesiones, ya que no solo trabaja un área específica, sino que aborda al niño en su totalidad: cuerpo, mente y emociones.
El yoga combina respiración, meditación y posturas físicas, y se adapta fácilmente a las habilidades únicas de cada niño. Con la guía de un terapeuta, las poses pueden modificarse mediante apoyos, accesorios o asistencia manual. Además de ser divertido, el yoga ofrece beneficios respaldados por la experiencia clínica y la investigación.
Beneficios físicos
- Mejora la fuerza muscular y la resistencia.
- Aumenta la flexibilidad, la coordinación y el equilibrio.
- Promueve la conciencia corporal y la postura correcta, gracias al trabajo de los músculos centrales.
- Resulta especialmente útil en niños con tono muscular bajo.
Beneficios emocionales
- Es una actividad no competitiva: no hay ganadores ni perdedores.
- Fomenta la autoestima y el sentido de pertenencia, especialmente en niños que se sienten excluidos de otros deportes.
- Brinda un espacio seguro donde los niños pueden ser ellos mismos y disfrutar de sus logros.
Beneficios en la planificación motora
- Favorece la adquisición de nuevas habilidades motoras al trabajar el cuerpo en distintos planos de movimiento.
- La repetición de secuencias ayuda a consolidar aprendizajes.
- Estimula la imaginación y creatividad, ya que los niños pueden elegir y combinar poses.
Beneficios conductuales
- Contribuye a la autorregulación emocional y conductual.
- Las técnicas de respiración y las posturas que requieren calma enseñan a los niños a reconocer la conexión entre cuerpo y mente.
- Puede ayudar a reducir la hiperactividad y los comportamientos agresivos.
- Niños con parálisis cerebral, rigidez articular o trastornos del procesamiento sensorial también se benefician.